Viernes, 29 Marzo 2024

Comercio exterior: salir de la pasividad “para jugar un rol mucho más activo”.

Alzas en legumbres, revés en la manufactura industrial y el desafío ante potenciales mercados fueron aspectos señalados por el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Jorge Neme, quien reconoció que la conexión de la Argentina con el mundo, a través de su capacidad productiva de bienes y servicios “va estar limitada este año".

Así lo explicó en el encuentro virtual organizado por la Cancillería, el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Facultad de Agronomía de la UBA, denominado Simposio Internacional “Del Sur al Mundo 2030”.

“Todo el sector agroalimentario es uno de los sectores productivos que menos va a sufrir", dijo el referente, repasando que "se habló hace pocos días con el jefe de economistas de la FAO (Fondo de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura)”, dijo. “Si bien hay suficientes stocks de alimentos en el mundo, es posible que se puedan verificar bajas importantes en las producciones de algunos países que dependen mucho de cadenas productivas integradas por pequeños productores, con un eslabonamiento muy poco articulado, lo cual va a reducir sustancialmente su capacidad productiva”.

Aseguró que la Argentina tiene una altísima competitividad en la producción y la integración de esas cadenas, y puede potenciar su proyección en el mercado mundial de alimentos.

“Hasta ahora no se han verificado bajas significativas en los precios, al contrario, en algunos alimentos hay alzas importantes, como es el caso de las legumbres. Hay una recuperación en el mercado de carnes, incluso con crisis en el abastecimiento en el mundo desarrollado”.

Neme admitió, en cambio, que el comercio de otros bienes que la Argentina produce, en particular la manufactura industrial, va a sufrir los impactos de la crisis económica global, con caídas del PBI de los países desarrollados de entre 5 y 9% y una baja del intercambio global que según la Organización Mundial del Comercio (OMC) va a estar entre 15 y 30% y afectará a bienes y servicios.

En el mundo de la post pandemia, analizó el funcionario, se tiene que volver a la perspectiva inicial que teníamos, en la cual la Argentina requiere de una fuerte conexión con los mercados de los Estados Unidos, Canadá y México; la Unión Europea y con China.

“Necesitamos atender países y regiones que son de importancia significativa para nuestros bienes con valor agregado y la producción de servicios tecnológicos en los que podemos tener un desarrollo importante”.

Mencionó en ese sentido a los países de la región y los de América Central, que tiene 50 millones de habitantes y a donde la Argentina exporta "muy poco, sólo US$ 200 millones”.

"Es decir, una bajísima performance exportadora, pese a que somos socios de dos bancos regionales, el Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y el Latinoamericano de Exportaciones (Bladex)”, remarcó.

Neme citó además otro conjunto de regiones que tienen “muy poca atención de la Argentina”: Africa (donde recordó que el país es socio del Banco Africano de Desarrollo y se había perdido presencia), el mundo árabe, la India, Asia Central y los países del sudeste asiático.

“Argentina es un país al que le vienen a comprar y no que sale a vender, y eso es lo que tenemos que cambiar, la cultura pasiva de las exportaciones, para jugar un rol mucho más activo”.

Remarcó finalmente que eso “supone inversión en investigación de mercado, desarrollo comercial, promoción, construcción de redes, y todo eso atado a la capacidad de ciertos organismos de brindar asistencia técnica, transferir servicios tecnológicos y consultoría especializada”.

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