Miércoles, 24 Abril 2024

La distancia dejó de ser un “problema” para trabajar

En los últimos años el “trabajo remoto” está pisando fuerte. Pautas para que funcione.

Un trabajo remoto te permite trabajar desde casa o desde cualquier parte del mundo, permite conectar con talentos en distintas ciudades y aprovechar sus habilidades. Para los empleados es una gran oportunidad de ser contratados, pueden estar en el radar de alguna empresa fuera de su área o incluso en otros países.

Ventajas

  • No trasladarse, evitando gastos y riesgos inherentes a la movilidad.
  • Más tiempo libre
  • Ambiente de trabajo controlado, con condiciones de temperatura, luz y ruido personalizadas.
  • Flexibilidad horaria, ajustando los tiempos de trabajo según las necesidades.

Desventajas

  • Dificultades para definir el límite de trabajo y el tiempo libre, producto de la flexibilidad horaria.
  • Distracciones no deseadas (llamadas telefónicas, visitas, demandas familiares, etc.)
  • Falta de contacto personal.
  • Instalaciones inadecuadas (sillas, escritorios, ordenadores, etc.).

Cómo organizar el trabajo remoto

Para un líder de proyecto, coordinar un equipo de marketing en el que uno o varios de sus integrantes trabajan en forma remota puede ser un “desafío”. Algo tan elemental como la dinámica en las comunicaciones pueden perjudicar la operación del equipo.

Para lograr que aproveche todas las ventajas de esta modalidad, los coordinadores pueden establecer pautas de trabajo y ayudar a los miembros del equipo con mejores prácticas de organización.

Recomendaciones

Organizar el espacio:

Es esencial poder contar con un espacio exclusivamente dedicado a su actividad. Lo ideal es que sea una habitación o un lugar puntual en la casa; un escritorio con todo lo necesario para delimitar el ambiente de trabajo y minimizar los “cruces” con la vida personal.

El espacio elegido debe permanecer ordenado para evitar demoras innecesarias y optimizar el tiempo.

También debe estar lo más libre posible de distracciones indeseadas. Aislarse del entorno y sus estímulos contribuye a mantener la productividad.

Organizar el tiempo

El trabajo remoto da cierta flexibilidad horaria, es necesario tener pautas claras sobre cómo gestionar el tiempo laboral. Por ejemplo:

Cronometrar el tiempo de trabajo para cumplir con un número determinado de horas.

Comenzar y terminar todos los días a una misma hora.

Notificar al equipo si se estará ausente en algún horario puntual.

Estar disponible durante la jornada habitual del resto del equipo facilita la dinámica y los intercambios. Establecer una jornada de trabajo ayuda a organizar mejor las tareas.

Organizar los recursos

Los recursos y herramientas necesarios para el trabajo deben siempre a disposición. Ya sean físicos como ser notebook, teléfono, escritorio o virtuales: software, acceso y permisos, etc. Esto reduce a posibilidad de que surjan imprevistos que puedan dificultar el normal desarrollo de las tareas.

Procurar que los recursos físicos estén en condiciones y tengan las características adecuadas para el trabajo.

Si se va a viajar, es esencial asegurarse de que podremos contar con todo lo necesario en el lugar de destino.

Elegir herramientas de software adecuadas (WhatssApp, Mail, Skype, Slack, etc.) para facilitar la comunicación con el resto del equipo.

Trabajar en la “nube” facilita el acceso a los datos desde más de una ubicación, y a través de distintos dispositivos.

Organización psicológica

Cuando se trabaja a distancia la falta de contacto personal pueden afectar el estado de anímico, la predisposición o el compromiso de la persona. Estos efectos psicológicos adversos pueden minimizarse siguiendo algunas pautas esenciales:

Vestirse “para salir”. Parece irrelevante, pero vestirse de forma adecuada ayuda a separar de forma más clara el horario laboral del personal.

Interactuar regularmente con el resto del equipo y mostrarse como disponible durante las horas laborales. El intercambio espontáneo ayuda que el trabajador remoto se sienta parte del grupo y esté siempre al tanto de lo que sucede en la empresa.

Usar una plataforma de gestión para organizar las tareas que sirva como “lugar de trabajo” virtual, una preferentemente compartida por resto del equipo. Esto no sólo ayuda a organizar los proyectos y acciones durante la jornada laboral, sino que además permite ver qué hacen otros miembros del equipo, estimula los intercambios, y actúa como ancla en un entorno digital siempre cambiante.

 

Con el paso del tiempo y experimentando en el uso de diferentes alternativas y herramientas, es posible llegar a una combinación óptima que se ajuste a las particularidades de cada actividad y de cada colaborador. En marketing, esa combinación suele pasar por una computadora, una conexión a internet y algunas herramientas de software determinadas.

La responsabilidad y el compromiso son características esenciales para que este modelo de gestión funcione y es en ella donde encontraremos mayores desafíos de la coordinación.

 

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Modificado por última vez en Jueves, 20 Diciembre 2018 10:43

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