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Arde Amazonía ¡cuidemos nuestras Yungas!

“Es un problema que tenemos en casa”. Al conmemorar la creación de la Reserva de Biósfera de las Yungas, nos enfocamos en nuestras selvas subtropicales de montaña, uno de los ambientes de mayor biodiversidad mundial que debemos preservar.

Selvas de montaña, nuboselva, selva tucumano-boliviana, “el monte”. Todos estos términos refieren al tapiz que recubre las laderas del este de las sierras subandinas, sierras pampeanas y la precordillera de Jujuy, Salta, Tucumán y Catamarca.

Hace 17 años, se creó la Reserva de Biosfera de las Yungas, lugar donde habitan tarucas, cóndores, ardillas, loros aliseros, monos caí, burgos, hurones, tucanes, corzuelas, coatíes, zorros colorados, pecaríes, osos meleros, tapires, ocelotes y yaguaretés, entre otras especies que la convierten en uno de los ambientes de mayor biodiversidad de Argentina y el mundo.

Hoy, las cuantiosas pérdidas en la región amazónica abren el análisis.

“En el Chaco Sudamericano -Bolivia, Paraguay, Argentina- se llegaron a quemar medio millón de hectáreas en algunos años. Más allá de los actores locales, nadie se consternó ni hubo una campaña. Este problema no sólo lo tiene Brasil, es un problema que tenemos en casa”, dijo el biólogo Lucio Malizia, docente de la facultad de Ciencias Agrarias de la UNJu.

 “Los incendios en los sistemas forestales está en boca de todos, sin embargo lo que pasa hoy en Amazonía es el doble de lo que viene pasando en años anteriores. Esto no es minimizarlo, sino destacar que el año pasado se quemaron más de medio millón de hectáreas en la Amazonía y no conmovió a nadie, o no tuvo el estado público que tuvo ahora. Es tomar conciencia que el fuego en los bosques de Sudamérica y el mundo es algo frecuente, producido en la mayor parte por los humanos, y con consecuencias devastadoras”, repasó el especialista.

Rememoró que Jujuy durante 2011/2012 tuvo su récord de desastre ígneo, periodo en el que el fuego arrasó con unas 30 mil hectáreas. Posteriormente, devino el fortalecimiento de las brigadas forestales, con bases en San Salvador, San Pedro y Yuto, que intentan dar permanente respuesta (hoy apoyando la lucha contra los incendios en Bolivia). Sin ir muy atrás, sólo en el último fin de semana las llamas afectaron a más de 60 hectáreas jujeñas.

“En cuestión de horas destruyes sistemas que llevaron siglos construirse, desde el nacimiento de un árbol hasta interacciones en la fauna. Es una señal de alarma ante el manejo que hacemos de estas situaciones, las que al parecer se van a intensificar como consecuencia del cambio climático. Esto que estamos viviendo puede que se repita con mayor intensidad, si es que no somos capaces de un manejo mucho más eficiente”.

Malizia aseguró: “el fuego es parte del sistema, lo que tenemos que aprender es a manejarlo y ojalá en gran medida evitarlo, obviamente. Son evitables, como muchos de los que estamos viendo”.

 

Reserva de Biosfera

En el marco de la conmemoración del 26 de agosto, el catedrático ponderó “la importancia del concepto de Yungas en el norte argentino, palabra hace 30 años desconocida en el vocabulario habitual” y que hoy genera pertenencia y la connotación de “algo valioso y místico”. La reserva comprende una superficie total de 1.350.000 hectáreas, en alturas que varían entre los 300 y 5000 metros de altitud.

Desde su origen, indicó que se tuvo la propuesta de una reserva cuyo slogan era “una oportunidad para el desarrollo sustentable”. A su entender, “se refiere a una mirada menos dogmática y más práctica, donde las acciones de las personas son un componente fundamental integrado”.

 “Por ejemplo, pueden convivir sistemas productivos agrícolas intensificados con la flora y fauna, no sólo pensando en áreas protegidas sino en paisajes más amplios, donde hay esfuerzo de los privados por mantener parte de sus territorios con área de bosques. También podemos pensar en el aprovechamiento forestal y el uso de las maderas para el uso de una puerta, de un modo equilibrado con el bosque de donde esa madera proviene”.

En términos intangibles, precisó que el término “biodiversidad” posee un valor intrínseco dado a esa diversidad biológica a conservar. “El concepto encierra especies de flora y fauna que ni conocemos, pero sostiene un valor muy importante. Es un modelo de conservación mucho más laxo, que nos permite aprender y ser parte de estas interacciones, y es mucho más inclusivo con nuestra cotidianeidad”.

 

Si detectas un incendio, comunicate al 911 (Emergencias), 100 (Bomberos) o 103 (Defensa Civil), disponibles durante las 24 horas del día.

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Modificado por última vez en Lunes, 26 Agosto 2019 22:09

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