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Un sueño en minivan desde Ushuaia a Alaska

Arriba de una minivan Suzuki APV equipada con objetos que permiten desde cocinar hasta dormir, un joven argentino emprendió la aventura de atravesar todo el continente americano de sur a norte, llevando la paz como mensaje.

Luego de arduos años de trabajo juntó 20 mil dólares, acomodó sus tareas de forma remota como programador en una empresa y comenzó un inusual recorrido desde su tierra natal, Ushuaia, provincia de Tierra del Fuego. Pedro Velázquez, de 27 años, comenzó a cumplir su sueño en febrero de este año, cuando dejó el “fin del mundo” y se despidió de amigos y familiares, quienes desde entonces reciben semana a semana anécdotas de su travesía, incluyendo fotos de paisajes “inimaginables”.

Por lo general, no hace más de 200 kilómetros por semana. Para sus pausas acude a campings, donde aprovecha baños limpios, agua caliente, parrillas y aire libre. Su vida transcurre en medio de provincias, regiones y países que lo reciben cálidamente, según comenta Pedro.

“La gente es increíble. Fue un placer conocer lo que viven santafesinos, cordobeses, tucumanos, jujeños, y de ahí aprender lo que santacruceños, potosinos, limeños, cusqueños y otros tantos hermanos comparten en su cotidianeidad. Me llevo amigos de cada partecita del continente”, expresa visiblemente emocionado.

No sólo lleva consigo su “casa” en la minivan (con utensillos de todo tipo), sino también herramientas de “oficina” (teléfono y equipos portátiles) con las que desarrolla cada uno de los pedidos que cursa su empresa y hasta puede asesorar a quienes va conociendo en el camino. Recibe a cambio ropa de abrigo, deliciosas comidas y sobre todo, dijo, el cariño de sus ocasionales clientes.

“La plata circula, pero el foco no está ahí. Es impagable lo que me llevo de cada lugar. Con esto quiero demostrarme y compartir con quienes se sientan identificados conmigo que los sueños se cumplen. La paz es la bandera de la mayoría de los que habitan este continente, estamos rodeados de buena gente. La hermandad es una esperanza”.

En estos momentos, disfruta de la maravillosa Bogotá. Pedro nos comparte fotos del ajiaco: una sopa a base de 3 tipos de papas: sabanera, pastusa y criolla. Su alegría se plasma en una gran sonrisa enviada por whatsapp a nuestra redacción.

Al ser consultado sobre cómo surgió esta idea, se emocionó al relatar que su abuela Marisa es quien desde pequeño lo animó a luchar por sus sueños.

“Ella es mi inspiración, es una gran mujer que siempre me enseñó a no rendirme, a creer en las personas y a sentirme especial. Extraño sus mates y sus tallarines. Pronto volveré a decirle que su nieto cumplió su objetivo, porque viajar es mi felicidad”.

Pedro asegura que este proyecto se cumple cada vez que arranca su minivan hacia un nuevo destino. Sin prisa, pero sin pausa, un argentino de 27 años promete llegar a Alaska, con su mensaje de paz y hermandad. 

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