Fairuz Kuncar, diseñadora y propietaria de “Sikuris”, señaló el camino que transitó el tradicional “Bebelandia” para convertirse en una nueva propuesta en la provincia. Los desafíos en las ventas, las “reglas injustas” y el sueño de seguir creciendo.
"Estamos en el mercado hace más de 50 años, con un negocio pensado para bebés y niños. Hasta vienen las abuelas que antes se vistieron en este lugar. Pero esto evoluciona, crece, como crecen los niños”, dijo Fairuz Kuncar a Jujuy Económico.
“La evolución de las cosas va a pasos agigantados, y nosotros sentimos que nos estaba quedando muy chico el local, en cuanto a la manera de abrazar al cliente. El nombre ya no nos representaba. Tras muchos meses de trabajo interior, decidimos hacer el cambio. Hablo en plural porque fue una decisión que se tomó en conjunto, con la gente que trabaja en el local, ya que son ellos quienes charlan con el público y escuchan a la gente. Sentimos que debíamos dar un paso grande, y así nació Sikuris”, relató la referente privada.
Explicó que la selección del nombre "Sikuris" fue una decisión profunda y que nada de lo que se ofrece es “al azar”, sino que cada producto es decidido cuidadosamente. “Tuvimos el acompañamiento de una empresa, porque íbamos sugiriendo nombres que nos resonaban bien al oído, pero también se realizó un estudio sobre lo que significaba nuestra empresa y lo que representaba Bebelandia para nosotros”, dijo la propietaria.
¿Por qué Sikuris? “Es un instrumento de viento que resuena entre las montañas y los árboles, y que se transmite de generación en generación. Los niños heredan esa tradición”, relató Fairuz. A su entender, “Bebelandia” fue “un clásico que ha estado presente en Jujuy durante muchos años” y ahora avanza una empresa del norte “que tiene ganas de seguir creciendo”, cuya nueva nominación “resuena bien al oído y tiene profundidad”.
“El 70% de la ropa que ofrecemos en Sikuris es de la marca Tierra de Colores, que nació en 1992 en Jujuy. Se trata de producción propia, enfocada en la calidad del producto y en representar a los niños a través de colores, juegos y diversión; una marca ya instalada en la provincia”, sostuvo la empresaria. “Es un producto noble, que va a contracorriente en una época en la que todo se descarta, en la que las cosas duran apenas segundos”, detalló.
“Somos peces nadando en contra de la corriente. Nuestra idea de producto es una prenda que los chicos pueden usar y luego pasar a sus hermanitos; o que incluso las madres pueden venderlas, porque tras varios lavados y usos, estas prendas quedan impecables. Es un producto duradero”.
El escenario de las ventas
“Tras la difícil situación económica del país, nos hemos visto profundamente afectados en nuestras ventas. El año pasado y éste han sido muy duros. Hemos tratado que las personas puedan comprar, ofreciendo promociones y bajando nuestros márgenes de ganancias. Sentíamos que debíamos acompañar a la gente en un momento difícil, así como nuestros clientes nos acompañaron por muchos años”, subrayó Fairuz a Jujuy Económico.
“La ayuda del gobierno no existe. Cada vez más los vendedores ambulantes se instalan en nuestras veredas. Todo está permitido: se crean lugares para más ferias, donde no pagan impuestos sino sólo es un pequeño alquiler. Es mucha la mercadería que se mueve en las ferias, y eso realmente es un duro golpe para nosotros, que tenemos trabajadores registrados, un local abierto al público y pagamos impuestos. Estas son las reglas injustas con las que tenemos que manejarnos”, aseveró la representante de Sikuris.
No obstante, renovó sus esperanzas con decidido impulso a fortalecer su negocio, seguir generando empleo y aportar al desarrollo local. “Esto no solo es la apertura de un nuevo local; aquí estamos poniendo una semilla que irá creciendo, porque tengo en la sangre el crecimiento empresarial siempre invirtiendo en Jujuy. Esto es el nacimiento de una marca, esperando que se expanda en la provincia y vaya más allá", finalizó la propietaria, invitando a visitar las instalaciones de calle Alvear 1040.