Debido a la toxicidad de los productos que contuvieron, los envases fitosanitarios requieren una gestión diferenciada y una responsabilidad compartida entre todos los eslabones de la cadena, sean registrantes, distribuidores, y productores. La norma vigente prohíbe el abandono, vertido, quema y/o entierro de los envases vacíos, así como su comercialización o entrega fuera del sistema autorizado. Tampoco se permite usar el material recuperado para elaborar otros productos.
De hecho, se clasifican en "A" aquellos envases que pueden someterse a reducción de residuos (a través del triple lavado o lavado a presión) y se entregan en Centros de Acopio Transitorio (CAT) autorizados; y en "B" los envases que no pueden someterse a dicho proceso y también deben ser entregados en los CAT autorizados para su gestión final. Así, la ley prevé la creación de un sistema único de trazabilidad para el monitoreo permanente de los sistemas de gestión.
La Ley 27.279 fue analizada en estos días en la Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca del Senado. Allí participaron expositores de la jornada “gestión responsable de envases fitosanitarios: desafíos y oportunidades para una producción sostenible”.

Por Campo Limpio, la directora ejecutiva María Julia Pisanú, afirmó que “se terminaron los campos que tenían envases en los ríos, enterrados y quemados", así como el "comercio ilegal del plástico", frente a envases de muy buena calidad que resisten varios ciclos de reciclado pero que "no garantiza ningún tipo de normalidad ambiental”. A su entender, más del 90% de los envases de Argentina tienen la potencialidad de ser reciclados. Mientras que Juan Medina, de la misma entidad, subrayó que se pasó de 7 centros en 2019 a más de 100 en 2025, y que "el agro es la única industria que tiene una ley de esta características", haciéndose responsable de los envases que vuelven al mercado.
A su turno, Mariale Álvarez de Syngenta LATAM marcó la “competencia desleal” existente debido a que diversas empresas no se adhieren aun al régimen. "Hay mucha inversión puesta y no se trata de cambiar la ley”, acotó, instando al diálogo con autoridades para lograr una economía circular del plástico "viable".
“Se recuperaron 21 millones de toneladas de plástico”, enfatizó a su turno el senador Alfredo De Ángeli, frente a los 140 a 160 millones de toneladas que se producen por año. Así, consideró que el 15% de la cosecha agrícola se recuperó en materias plásticas.