La iniciativa surgió de un tío que lo hacía de manera rudimentaria, porque no contaba con el capital ni la maquinaria adecuada. Era tan precario que, para picar los plásticos, utilizaba una trituradora de carnicería y para lavar una especie de lavarropas, todas herramientas de uso familiar.

Ahí comenzó todo. “De una charla, surgió un comentario de mi tío hacía mi mamá y a mí, si queríamos hacer algo con él. Tenía la idea y realizando los volúmenes y la forma en que lo hacía quedaba una diferencia, haciendo a escala con maquinaria industrial nos convenció que se podía”, contó Facundo Corradini.

“Con mi madre hasta ese momento hacíamos movimientos de suelos, teníamos una retroexcavadora, una pala y se las alquilábamos a la municipalidad, al gobierno. Cuando nos propone este proyecto, nos decidimos y vendimos todo. Con esta plata, más ahorros, compramos máquinas industriales y largamos. Fue una sociedad industrial, mi tío tenía la idea y nosotros el capital, todo a pulmón y sacrificio”.

Los comienzos fueron en un galpón prestado en Palpalá, sin nada, con piso de tierra. Haciéndose cargo de los servicios. Allí estuvieron dos años y se mudaron a la Ex Ruta Provincial N°5- km 103, donde están actualmente. “Estuvimos haciendo plástico urbano por dos años y hasta un estado de proceso que era lavarlo, picarlo y luego lo vendíamos a otras empresas que te compraban en este estado de proceso”.

Ideas y oportunidades que surgen de una visión emprendedora

“Un día estábamos comiendo asado en la finca de mi suegro, había una montaña de bidones de plástico, ellos no sabían qué hacer. Estos bidones tenían que tener un tratamiento especial porque tienen agroquímicos. Se me prendió la lamparita, hable con mi mamá y mi tío. Les propuse mi idea, comenzamos a interiorizarnos, estudiar los bidones agroquímicos, qué hacer, cómo sería el proceso, cómo sacarle el residuo al agroquímico, los volúmenes”.

Facundo se definió como un joven audaz, que busca constantemente prosperar y es decidido ante lo que se proponga.

Serio y nostálgico, Corradini recuerda que en la provincia le cerraron las puertas. En Salta, aceptaron y cambiaron las leyes. El proyecto fue aprobado como piloto. Medioambiente los controla una vez al mes desde entonces.

Diferencia entre Salta y Jujuy

“Para que nos habiliten en Salta teníamos que demostrar qué era lo que se hacía con esos bidones, inventamos los postes y las trabillas. Está patentado a nivel nacional en el Ministerio de Ciencia. No se puede fabricar cualquier cosa, no podemos hacer bolsas de supermercado porque contienen químicos y no pueden estar en contacto con alimentos”.

“Cuando nos habilitan en Salta surgió la posibilidad de comprar allá, sacamos créditos hipotecarios, nos ayudó el Consejo de la Microempresa de acá y de Salta”.

En el 2010 iniciaron, en el 2012 aprobaron el proyecto en Salta. En Jujuy, el proceso consistió en triturar el plástico común y lavarlo, dejarlo en escamas.

“Allá por el 2014 compramos la primera peletizadora, una máquina que derrite al plástico y que hace como fideos líquidos y cae en una batea de agua, se enfría y se ponen duros. Eso va a un molinillo, los pica y quedan como unas lentejitas, esas lentejitas se llaman pelet, un producto intermedio”, que a su vez eran vendido a empresas de autopartes y que realizaban cúpulas.

Con mucho orgullo, Facundo relató lo sacrificado y gratificante que fue su comienzo. “Hoy por hoy la ley nacional cambió la movida, la responsabilidad social. Ahora el sector agropecuario está obligado a darme los bidones y llevarlos a la fábrica de Palpalá. Antes yo les pagaba, ahora me pagan ellos”.

Otros productos reciclados

A fines del 2015 comentó que compraron la máquina para hacer bolsas de residuos; en vez de vender pelet a otras industrias, comenzaron a producir.

“Uno va surgiendo como puede” expresó Facundo. “Tengo un amigo que es gerente de Limsa Limpieza Urbana S.A. (Jujuy). Un día le pregunté cuántas bolsas ocupaba por mes, cuánto compraba. No teníamos plata, no teníamos espalda y estábamos endeudados. Para él era un negocio, pagó adelantado y tenía que confiar”.

“Fuimos a Buenos Aires y compramos una máquina usada, en un mes y medio la instalamos y aprendimos a hacer bolsas. Hoy tenemos 3 líneas de hacer bolsas, actualmente le proveemos a Limsa, Higiene Urbana, Municipalidad de Jujuy, Municipalidad de Monterrico, Municipalidad de Perico. Palpalá, Casa Limpia, Máxima Limpieza, puestos del mercado de abasto y concentración, entre otros. Luego ganamos licitaciones, por ejemplo, para el Ministerio de Salud para la prevención contra el dengue”.

“Hoy por hoy, la escala es más grande y uno a veces busca lo mejor. Gracias a Dios hoy se ve todo con más luz” finalizó Corradini.