Miércoles, 15 Mayo 2024

El dilema del “déficit fiscal” y la desconfianza

“Con tasas del 40 % de interés no hay posibilidad de pedir créditos, las medianas y pequeñas empresas no pueden estar al descubierto porque es imposible”, dijo el docente de la UNJu Guillermo Sapag, al observar los parámetros actuales de la economía.

“La historia dice que 117 años de institucionalidad, sólo 10 años hubo superávit en Argentina y esto es un problema muy serio. Un programa estadounidense dijo que en los últimos 56 años, 52 fueron con déficit y sólo 4 años -2004 a 2007- fueron de superávit fiscal y balanza de pago, lo que se conoce como superávit gemelo. No se puede vivir en una nación, ni una provincia, pueblo, familia. Una persona no puede gastar más de lo que tiene” aseguró. 

Cuestionó asimismo el crédito al FMI: “Si se pide un préstamo para gasto corriente, esto termina mal. Esto se financia con emisión monetaria, hay más moneda en los mismos bienes y suben los precios, o se financia con deuda que llega un momento que es impagable”.

Sapag consideró además que la coyuntura en el exterior y Argentina se asienta en un factor crucial: “La confianza está deteriorada y se dan este tipo situaciones, la Lebac, la tasa del 40 % no da lugar al crecimiento en el mundo. Con tasas del 40 % de interés no hay posibilidad de pedir créditos, las medianas y pequeñas empresas no pueden estar al descubierto porque es imposible”.

“Un ciudadano que paga el mínimo de su tarjeta de crédito, paga un 70% un 80% de tasa anual de interés”.

En tanto, aseguró que hay que buscar “equilibrio fiscal mirando desde el esfuerzo de los que realmente pueden; al pasar por los campos alrededor de Salta, por ejemplo, se puede ver 50 silo bolsas llenas de cereales, oleaginosas esperando que el dólar llegue a 30. Es uno de los pocos sectores que puede esperar y especular, en contraposición de los jubilados que cada vez ganan menos y tienen más problemas” añadió.

Seguidamente destacó que abrir las importaciones sin ningún tipo de limitación perjudicó a gran parte de la industria.

“En China un salario es de 400 dólares, en Argentina un sueldo promedio es de 1000 dólares, por lo tanto no hay forma de competir. Si se abren las importaciones entra todo tipo de productos, como la banana de Ecuador, el cerdo de Brasil y de Canadá, en desmedro de la actividad genuina del país. Esto destruye la capacidad productiva, el empleo y por supuesto provoca la caída del consumo”.

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