Según el último informe del INDEC, la tasa de pobreza urbana en Argentina escaló en el primer semestre del año al 40,1 por ciento. Fue calculada a partir de la medición del nivel de vida en los 31 centros urbanos más poblados del país, sobre 29,2 millones de personas. Proyectados en el total de la población argentina (46 millones de habitantes), se calculan 18,4 millones de pobres y 4,3 millones de indigentes.

Según estos parámetros, en un año 1,65 millones de personas cayeron bajo la línea de la pobreza en el país, sumando a otras 230.000 personas a la indigencia. Así, 6 de cada 10 niños de hasta 14 años son pobres, entre otros datos preocupantes.

El escenario actual fue analizado por la presidenta del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Jujuy, Blanca Juárez. En diálogo con el ciclo radial Agenda Activa^*, sumó otro lamentable registro: “a la gente en la pobreza y debajo de la línea de pobreza se le agrega un fenómeno más, tenemos en la línea y debajo de ella a gente asalariada, a trabajadores formalizados”.

“Eso habla a las claras que la inflación tiene un impacto tan grande en los hogares, y sobre todo en los costos de bienes que forman parte de la canasta básica alimentaria, que ha agudizado esta situación y la ha tornado tan crítica”, precisó la referente profesional.

A su entender, “hay que trabajar este tema y colaborar” para que la sociedad no quede “inmovilizada” en estas instancias donde el contexto político retroalimenta a la situación económica, y viceversa.

¿Qué sigue después?

Para la contadora, los recientes anuncios del Ministerio de Economía nacional (como los $60.000 para trabajadores que perciben menos de $400.000, la devolución del 21% del IVA en productos, y la eliminación del impuesto a las Ganancias a quienes perciben menos de $1.770.000) son “paliativos”.

“No nos permiten solucionar lo que significa la inflación para los argentinos. No se están tomando medidas de fondo, por las que valga la pena que nos sacrifiquemos un poco más, para asegurar que saldremos adelante”, manifestó la presidenta.

“Medidas transitorias por 60 días, por 90 días ¿y qué sigue después? Ni equidad, ni oportunidades, ni empleo. Simplemente garantizan más el consumo y algo más de ingreso en el bolsillo, pero que la inflación lo termina consumiendo. Hay que solucionar la inflación”.

Dejar de emitir

Juárez enfatizó que “se pone sobre el tapete dolarización si, dolarización no, sistema bi-monetario” y que “seguramente eso formará parte de quienes tengan que disponer salir de esta situación”, pero advirtió que en la actualidad se aceleran los riesgos sin financiamiento genuino.

“La cuestión de fondo es no seguir emitiendo más pesos que, cuando entran al circuito financiero, generan más inflación. Hoy están emitiendo para pagar las Leliq a los bancos, pero esto repercute en la canasta de todos los argentinos y, fundamentalmente, en los que menos tienen. Se debería estar hablando de la reducción del gasto público, hasta ahora no hemos escuchado a nadie que se haya pronunciado en este sentido”.

Recordó que el país resiste a un proceso inflacionario histórico, acudiendo al dólar como resguardo ante la pérdida del poder adquisitivo con el peso. Ello, incluyendo la devaluación del 20% después de las PASO, que impactó en el posterior valor de la divisa estadounidense.

¿Qué hacer?

Al cuestionarse “¿quién tiene hoy capacidad de ahorro?”, aconsejó a la comunidad jujeña la adopción de medidas frente a la crisis: “evitar endeudarse; cuidarse en las compras con tarjetas de crédito; tratar de pagar completas las tarjetas de crédito y no mínimos o con stock débil que después signifiquen un endeudamiento progresivo”. Asimismo, recomendó buscar ofertas en productos de primera necesidad y la devolución del 21% del IVA (aunque afirmó que ese retorno ya consume el aumento del precio de los artículos adquiridos).

“Esto no puede continuar de esta manera. Tenemos elecciones y, como sociedad ya madura, habiendo aprendido de nuestros errores, podemos tomar una buena decisión. Como argentinos unidos y solidarios, más allá de las cuestiones ideológicas que todos pudiéramos tener, debemos trabajar juntos para que Argentina salga adelante. Para que no haya más niños en la pobreza, con una alimentación que el día de mañana les permita ser aptos para trabajar y estudiar”, finalizó la contadora.

Los números

De acuerdo a un informe difundido este miércoles 27 por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la tasa de pobreza del primer semestre del año se situó en 0,9 puntos porcentuales por encima del índice registrado en la segunda mitad de 2022, y 3,6 puntos por arriba de la tasa del primer semestre del año pasado.

Por otra parte, el índice de indigencia se situó en el primer semestre del año en el 9,3 por ciento, 1,2 puntos por encima de la tasa registrada en el segundo semestre de 2022, y 0,5 puntos más en la comparación interanual. Según el Indec, el porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza alcanzó el 29,6% y en ellos reside el 40,1% de las personas. Así, un 6,8% de hogares está por debajo de la línea de indigencia, equivalente al 9,3% de las personas.

El dato de pobreza general (40,1% a nivel nacional) es el más alto registrado en Argentina por el Indec, desde el pico del 42% alcanzado durante la pandemia en 2020. Según estimaciones privadas, se prevé que el segundo semestre refleje índices más duros por la aceleración de la inflación, que este año podría llegar hasta el 190%.

*Agenda Activa: ciclo radial emitido por UNJu Radio (92.9Mhz) y conducido por Analía Martínez.