Abordando experiencias que incentiven mejores condiciones y crecimiento para niñas, jóvenes y adultas en el mundo social y laboral, nuestro medio se enfocó primeramente en un rubro desafiante. Por ejemplo, sólo el 22% de los puestos directivos de los organismos científicos y tecnológicos son ocupados por investigadoras y están sub-representadas en las áreas de ingeniería y tecnología (según el Diagnóstico sobre la situación de las mujeres en ciencia y tecnología del MINCyT 2022).

En tanto, la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL 2023) del Ministerio de Trabajo de la Nación señala que solamente el 36,1% del personal empleado por empresas de 10 o más trabajadores son mujeres y que el 5,3% de los puestos de trabajo no cubiertos están reservados exclusivamente para personal femenino, frente al 22,8% que puede ser ocupado por hombres (el 71,9% restante es indistinto). Asimismo, el INDEC (diciembre 2023) refleja que apenas el 4,4% del total de mujeres del mercado laboral ocupa jefaturas o cargos directivos.

La nanoingeniería; la ingeniería informática, civil, aeroespacial; la ingeniería de minas, estructural, mecatrónica, hidráulica y otras especialidades son potenciales espacios para mujeres. Y Susana de Jong hizo historia en uno de ellos: de amplia trayectoria en el devenir provincial y siendo ex presidenta del Colegio de Ingenieros de Jujuy, hoy es jubilada y siempre apasionada por su profesión.

“La mujer puede trabajar perfectamente y destacarse en la ingeniería; afrontar todos los desafíos que tiene trabajar en cosas que se consideran de hombre, pero que no lo son”. 

Siendo de un pueblo chico y de campo, en 1963 fue a estudiar la carrera de Ingeniería Civil en la Universidad Nacional de Córdoba, a contramano de estándares sociales que cuestionaban la inserción femenina en diversas actividades profesionales. “Era tiempo en que las mujeres nos contábamos con los dedos de una mano, y no éramos muchas a las que se nos ocurría que podíamos estudiar ingeniería”, dijo.

Comenzó a ejercer la profesión en 1970, con trabajos en empresas constructoras. Participó en obras emblemáticas del NOA, como los diques Cabra Corral y Ullum, y ya radicada en Jujuy se inclinó por los recursos naturales. “Hice posgrados que me alentaron a estar ensamblada con la cuestión ambiental en general. Tuve oportunidades de insistir sobre estos temas en una provincia en los que todavía no se hacía nada al respecto, en la década de los 80”.

“Cualquiera puede asegurar que todos los elementos que le dan buena calidad de vida están vinculados en algún momento con acciones de ingenieros e ingenieras”.

De Jong afirmó que en la actualidad “son muchísimas las mujeres que no sólo trabajan en la ingeniería, sino que defienden la profesión por estar vinculada con el desarrollo, con la calidad de vida de las personas, con el bien común”. En este tramo, insistió con la necesidad de abordar en todo momento un recurso primordial como es el agua, especialmente en San Salvador de Jujuy.

“Realmente el agua es un aspecto que no debe ser descuidado, porque Jujuy tiene o ha tenido históricamente buenos servicios, pero tiene fuentes que pueden agotarse o que pueden deteriorarse por mal uso”.

Definiéndose como “una fanática de la ingeniería”, ponderó la fortaleza de las mujeres, tanto intelectual como física, para llevar a cabo los trabajos demandados.

Alentando a las jóvenes que se preparan para su vida universitaria, aseveró: “No deben achicarse, pueden ser ingenieras de cualquier rama. No hay ninguna traba para que una mujer pueda afrontar una carrera como la ingeniería. Yo me refiero específicamente a la ingeniería civil, en la cual se puede trabajar muchísimo en campo, no específicamente en el trabajo de gabinete”.