Lunes, 29 Abril 2024

La carne vacuna se baja del podio de las más elegidas por los argentinos ¿por qué?

Después de más de 100 años de liderazgo absoluto en el mercado interno, la carne vacuna ha perdido su lugar de preferencia entre los argentinos, a la hora de elegir se sumaron las opciones de pollo y cerdo con más fuerza y peso.

Durante el año pasado la proporción de los cortes bovinos dentro del consumo total de carne fue menor al 50 por ciento. La mayoría absoluta ahora la tienen el pollo y el cerdo, en una tendencia que puede llegar a consolidarse en los próximos años.

En 2018, cada argentino consumió un total de 115,58 kilos de carne, el segundo mayor volumen de la historia, luego de los 116,67 kilos demandados en 2015. Entre enero y diciembre del año pasado, el consumo per capita en el país fue de 57,54 kilos de carne vacuna, 42,89 kilos de pollo y 15,15 kilos de cerdo, de acuerdo con datos oficiales publicados por La Voz.

Dentro de esas proporciones, la carne vacuna registró en 2018 el menor consumo de los últimos dos años; la de pollo, el peor de los últimos cuatro años; mientras que los cortes de cerdo fueron los únicos que ganaron en preferencia, para ubicarse en el nivel más alto de su historia.

Al comienzo de siglo, el consumo nacional de las tres carnes era menor. La ingesta por habitante llegó en el año 2000 a 100,6 kilos de carne, pero con participación mayoritaria de la carne vacuna –66 por ciento del total–, contra 26 por ciento de pollo y ocho por ciento de cerdo.

A la hora de identificar las razones de esta mutación, los precios relativos y el cambio cultural figuran entre las principales causas que se combinan para propiciar la metamorfosis en el consumo de carne de los argentinos.

La industrialización alcanzada por la producción de pollo y de cerdo durante los últimos 30 años hizo que el precio minorista de ambos productos bajara y ambos se hicieran más accesibles. Mientras tanto, la carne vacuna quedó más atada a los procesos inflacionarios y, por su condición de producto con demanda más elástica, no pudo escapar a la suba general de los precios.

Tiempos de producción

La carne bovina es la que necesita más tiempo para llegar a la góndola. Desde que la vaca queda preñada hasta que ese ternero llega a novillo para la faena, pasan tres años. También es la que más alimentos requiere: siete kilos para lograr un kilo de carne vacuna.

El cerdo, por su parte, necesita menos de un año: un poco menos de cuatro meses de gestación, y seis hasta su envío a faena. También consume la mitad que un novillo. Por cada kilo de cerdo producido se requieren 3,3 kilos de alimento.

El pollo es el más rápido en llegar al consumidor. Con sólo dos kilos de alimento por cada kilo de carne producido, está listo en unos 45 días.

Cambios de consumo

Entre los factores que marcan el cambio de consumo está en la cultura de los millennials es por eso el sector ya se plantea estrategias  como dejar de vender la carne como una commodity..

Valora este artículo
(0 votos)

Facebook