La obra civil del Museo del Cabildo, ubicado en Belgrano esquina Sarmiento de esta ciudad, será inaugurada hoy a las 19 por el gobernador Gerardo Morales, acompañado de autoridades provinciales y municipales, y referentes del sector artístico, cultural e histórico, y de otras instituciones.

El Cabildo de Jujuy es uno de los edificios más representativos de la provincia, fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1941 por su enorme valor simbólico. Está construido en mampostería de adobes, con cubierta de tejas sobre estructura de madera, y a lo largo de los años sufrió diferentes intervenciones, por razones de mantenimiento o por necesidades de adaptación a nuevos usos. En sus inicios fue la sede del Gobierno jujeño y luego fue ocupado por la Policía de la Provincia.

En el 2015, dejó de ser la sede policial, para comenzar un proceso de diseño tendiente a su refuncionalización como museo provincial, iniciando así un proyecto de intervención para su conservación, que fue enfrentando diferentes etapas y problemáticas.

Debido a que el edificio presentaba una medida judicial que no permitía realizar obras en el mismo, por haber sido centro clandestino de detención en la última dictadura cívico militar argentina, el proyecto de intervención debió dividirse en dos etapas: la primera dando respuesta a la urgencia por razones de estabilidad estructural, que encaró la recova del edificio en el 2017, y la segunda etapa que implicó la restauración integral y consolidación estructural del resto del edificio histórico.

En el transcurso del proyecto se realizó un exhaustivo trabajo de investigación histórico documental, acompañado de verificaciones en obra, para realizar una valoración de las diferentes etapas constructivas, y tomar así las decisiones en cuanto al proyecto definitivo de conservación, siempre tendiendo a mantener los criterios de autenticidad e integridad como premisas de intervención.

Dos años después, se efectuó un relevamiento integral del edificio, tras haberse identificado que sufrió diferentes intervenciones, desde la reconstrucción total en el año 1789, su reconstrucción parcial y ampliación entre 1863 a 1873, y sus diferentes modificaciones, e intervenciones para su mantenimiento y readecuación de usos, resaltando que durante todos esos procesos se mantuvo la tecnología constructiva original, con mampostería de adobe.

Dentro del proyecto para su refuncionalización, durante el 2018 se continuó con la segunda etapa que implicó restaurar la totalidad del edificio. En el transcurso de la obra se realizaron diferentes refuerzos estructurales, siempre con materiales compatibles con la tecnología de tierra, como ser llaves de madera y la incorporación de una viga collar en la parte superior de los muros de mampostería de adobe, para una correcta y firme vinculación con la estructura de la cubierta.

Así también se tomó la decisión de incorporar estructura sismoresistente a partir de un sistema de drizas.

Se cambió la totalidad de los revoques existentes, por revoques de barro, de acuerdo a la cultura constructiva original, siguiendo los criterios inicialmente definidos de autenticidad, reversibilidad y compatibilidad. Siempre se buscó que el edificio histórico sea conservado con sus características identitarias para las generaciones futuras.

Reconversión del edificio

La propuesta arquitectónica se enfoca en la reconversión del Cabildo de San Salvador de Jujuy y su predio en un espacio de contenidos históricos y culturales destinados a los habitantes de la ciudad, de la provincia y sus visitantes de todo el mundo.

Con la puesta en valor del Cabildo, la preservación del Sitio de Memoria, la creación de un nuevo edificio para el Archivo Histórico de la Provincia y, por sobre todo la mayor generación de espacios públicos posibles como lineamiento de proyecto, se busca convertir al predio y sus componentes en elementos capaces de transmitir la historia, las tradiciones y la cultura de los habitantes de Jujuy a quienes lo visiten.

Marcado por el edificio del Cabildo y su gran valor arquitectónico, fiel reflejo del lenguaje de una época de gran importancia en nuestra historia, el proyecto intenta apropiarse de uno de sus conceptos más emblemáticos, el de claustro, para luego reinterpretarlo y adaptarlo a estos tiempos.

Conservando la esencia de utilizar las edificaciones y los espacios semicubiertos para delimitar los espacios descubiertos, pero en lugar de entender estos últimos como espacios cerrados en sí mismos y alejados del exterior, intenta pensarlos como espacios capaces de vincularse entre sí y con el exterior, generándoles vocación de espacios públicos.

Esta reinterpretación del concepto permitió al proyecto liberar el 56% de su superficie en planta baja otorgándola al espacio público para el desarrollo de diversas actividades sin perder su espíritu, realzando a su vez, el valor arquitectónico y el protagonismo de los elementos que los conforman.

De esta manera, la arquitectura de valor patrimonial y la arquitectura contemporánea no pierden la fidelidad a su tiempo y el contraste entre las mismas se convierte en un valor agregado al conjunto.